Guías telefónicas imposible de separar

En el pasado, la serie “Cazadores de Mitos” de Discovery Channel supo emprender temas muy atrayentes. En el capítulo llamado Phone Book Friction, unos cuantos seguidores enviaron a Jamie y Adam un vídeo en el que detallan lo complicado que puede ser dividir dos guías telefónicas cuyas hojas fueron prolijamente intercaladas. ¿Podrán soportar el esfuerzo mezclado de dos tanques de guerra? Un ensayo que tú además puedes llevar a cabo en el hogar (menos los tanques de guerra, claro).
¿Mito o situación? Esa es la pregunta que, al comienzo de cada nuevo programa, se hacían Jamie Hyneman y Adam Savage, los conductores de “Cazadores de Mitos”, el atrayente programa de Discovery Channel. Las ideas más descabelladas, los mitos más raros, fueron atacados con un procedimiento riguroso que mezcló partes iguales de sabiduría y fuerza bruta. En el capítulo Phone Book Friction se planteó el mito que dice que es realmente difícil volver a dividir las páginas de dos guías telefónicas después de intercalar sus hojas una con otra.
¿Es irrealizable volver a dividir las páginas intercaladas de dos guías telefónicas?
Piensa que pones frente a frente dos guías telefónicas de unas 800 o 1000 páginas y pacientemente vas pasando sus hojas una a una, primero la de la derecha y después la de la izquierda, de manera que las páginas vayan quedando intercaladas una con otra. Puede llevarte un largo tiempo deducir el trabajo pero, al terminar, vas a tener ámbas guías poderosamente unidas. Uno podría suponer que si se jala de los lomos de los dos listines a la vez, bastaría algo de esfuerzo para dividirlas. No obstante, el mito dice que esta labor es básicamente irrealizable de conseguir.
Lo que mantiene unidas las dos piezas es, sin lugar a dudas, la fricción. Como algún estudiante sabe, la fuerza de fricción entre dos superficies en contacto es la que se enfrenta al movimiento de una sobre la otra (fricción dinámica) o a la fuerza que se enfrenta al inicio del movimiento (fuerza de fricción estática). Este fenómeno sucede gracias a las deficiencias microscópicas que tienen las superficies en contacto.
El misterio está en la fricción.
En la situacion de nuestras guías, el efecto se multiplica por el número de páginas que, al ser tan enorme, consigue valores realmente superiores. Además, la fricción es dependiente en decisión correcta de la fuerza con la que una área se sostiene sobre la otra, y dada la especial disposición que adoptan las hojas intercaladas, esta fuerza incrementa al tirar de ellas. De alguna forma, se comportan como esos nudos que se ajustan al intentar jalar de la cuerda que los forma.
La iniciativa es medir cuánta fuerza es necesario para vencer la fricción originada entre los dos listines. Para eso, Jamie y Adam perforan los dos lomos y fijan unas asas de madera que aceptan pasar una cuerda para lograr tirar con tranquilidad. El primer intento, con los dos individuos jalando como si una pulseada de cuerdas se tratase, con el arreglo de guías en la mitad de los dos, fracasa estrepitosamente. Aparentemente, una fuerza de bastante más de 100 kilogramos no es bastante para vencer la resistencia originada por las deficiencias microscópicas que ya están en las páginas entrelazadas.
Yendo un paso más allá, otros integrantes del conjunto se suman al proposito difícil de cumplir. Pero ni 20 personas tirando tienen la posibilidad de dividirlas. En este punto, uno puede ver la verídica intensidad de las fuerzas en juego. Cuando 20 personas jalan de las hojas, la fuerza aplicada es de muchísimo más de 1000 kilogramos. No obstante, el arreglo de papel resiste estoicamente.
Ni 20 personas tirandono tienen la posibilidad de dividirlas.
¿Cuanta fuerza más tienen la posibilidad de aguantar? Para el siguiente intento, los Mythbusters emplean dos autos de alquiler para -fuerza bruta mediante- volver a dividir las guías. Pero se dan cuenta que tirando con dos coches –sumando entre los dos una fuerza de 2160 kilogramos– solo alcanzan quemar los neumáticos sin que el papel ceda un milímetro.
Ahora mismo, bastante más de un investigador principiante se daría por vencido. Pero Hyneman y Savage son reales expertos, por eso deciden ir un paso más allá. Después de llevar a cabo unos cuantos llamadas, alcanzan que un coleccionista de tanques de guerra (sí, hay personas que coleccionan cosas de ese precio y tamaño sin despeinarse) les preste unos cuantos robustos, fuertes y feos transportes blindados. Como el esfuerzo será -como mínimo- sustancial, sustituyen las asas de madera contrachapada por unos cuantos sólidas planchas de metal. Una vez atornilladas a las guías telefónicas, se unen por medio de cadenas a la parte posterior de todos los tanques. La más reciente prueba está por empezar.
Los tanques tienen la posibilidad de ejercer una fuerza colosal sobre el papel. No obstante, a lo largo de algunos segundos las guías se mantienen unidas. Es necesario que el dinamómetro colocado en una de las cadenas señale bastante más de 3600 kilogramos de fuerza antes que la fuerza de fricción entre las páginas de las guías sea superada.
Algo aparentemente tan débil como el papel puede transformarse en una cosa muy distinta cuando se usa mucha cantidad. La repudiable fuerza de fricción que existe entre dos sencillas y modestas páginas de celulosa se transforma en una vigorosa ligazón con la capacidad de parar dos coches. ¿Te animas a llevar a cabo estas pruebas en el hogar? Te aseguramos que tus amigos van a quedar impresionados.
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